“La oscuridad es generosa.
Su primer don es ocultarte. Nuestro verdadero rostro yace en la oscuridad que hay bajo nuestra piel. Nuestro verdadero corazón está sumido en sombras aún más profundas. Pero cuando más nos oculta no es al proteger nuestra secreta verdad, sino al ocultarnos a la verdad de los demás.
La oscuridad nos protege de lo que no nos atrevemos a saber.
Su segundo don es la ilusión del consuelo, la paz de sueños agradables al abrazo de la noche, la belleza con que la imaginación dota a aquello que nos repelería a la cruda luz del día. Pero el más grande de sus consuelos es la ilusión de que la oscuridad es temporal, que a cada noche le sigue un nuevo día. Porque lo temporal es el día.
El día es la ilusión.
Su tercer don es la propia luz. Tal y como los días están definidos por la noche que los divide, y las estrellas por la negrura infinita en la que giran, la oscuridad abraza la luz y la hace destacar desde el mismo centro de su ser.
Con cada victoria de la luz, quien gana es la oscuridad.
La oscuridad es generosa, y es paciente.
Es la oscuridad la que siembra semillas de crueldad en la justicia, la que gotea desdén en la compasión, la que envenena el amor con granos de duda.
La oscuridad puede ser paciente porque la menor gota de lluvia puede hacer germinar esas semillas.
Y la lluvia llegará, y las semillas germinarán, pues la oscuridad es el suelo en el que crecen, y es las nubes en las alturas, y espera tras la estrella que les da luz.
La paciencia de la oscuridad es infinita.
Con el tiempo, hasta las estrellas se consumen.
La oscuridad es generosa, y es paciente, y siempre gana.
Siempre gana porque está en todas partes.
Está en la madera que arde en tu chimenea, y en la tetera que tienes al fuego; está en tu silla y bajo tu mesa, y bajo las sábanas de tu cama. Cuando caminas a mediodía, la oscuridad te acompaña pegada a la planta de tus pies.
La luz más brillante proyecta la sombra más oscura.
La oscuridad es generosa, y es paciente, y siempre gana...pero en el corazón de su fuerza reside su debilidad: una sola vela basta para mantenerla a raya.
El amor es algo más que una vela.
El amor puede encender estrellas."
La venganza de los sith.”
―
Matthew Stover,
Star Wars: The Prequel Trilogy